Aunque antes de que la ONU decidiera ingresar al conflicto con Libia Muammaar Al Gaddafi afirmaba que lo sacarían adentro de una bolsa de su país, las naciones que participan en la ocupación ya están buscando un nuevo hogar, bien lejos de su actual Libia, para el casi derrocado dictador.
A medida que las fuerzas de la OTAN se acercan a la capital Trípoli, varios países alzaron la voz sobre qué hacer con Gaddafi una vez que termine el conflicto, si es que sigue vivo.
La primera en tirar la bolita fue la canciller española Trinidad Jiménez, quien sostuvo que el futuro de Muammar podría ser el exilio.
El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, contó que hasta el momento se han hecho contactos con varias naciones para acoger al coronel, pero que nadie quiere entregar una propuesta.
"Estamos hablando sobre qué hacer para posibilitar que Gaddafi se vaya, que se exilie en algún país dispuesto a acogerle (...) Hasta ahora no hay ofertas sobre la mesa", contó a varias agencias internacionales.
Según fuentes de la OTAN, hasta ahora lo más seguro es que Gaddafi se vaya a un "paraíso africano".
"Gaddafi debe entender que sería una acto de coraje decir: 'Entiendo que me tengo que ir'", remató Frattini. Mientras, según el periódico "The Guardian", Estados Unidos se comprometió a dejar una vía aérea de escape al dictador.
La OTAN anunció que intensificará los ataques a blancos libios y se estudia entregarle armas a los rebeldes.