RÍO DE JANEIRO, 22/04/09.- El hacendado garoto Vitalmiro Bastos de Moura, acusado de haber financiado el asesinato de la monja gringa Dorothy Stang hace cuatro años en la Amazonía, podrá aguardar su nuevo juicio en libertad, decidió hoy el Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Brasil.
Uno de los magistrados del tribunal concedió en forma provisional un hábeas corpus que determina la liberación condicional del hacendado, preso desde hacía dos semanas luego de que un juez de segunda instancia anulara el juicio en que fue absuelto por el crimen y ordenara nuevamente su prisión.
La liberación condicional fue concedida provisionalmente por el magistrado Arnaldo Esteves Lima y rige mientras el pleno del tribunal analiza la solicitud de hábeas corpus hecha por los abogados del acusado.
Bastos de Moura, conocido como "Bida" y que estaba en libertad desde mayo de 2008, fue arrestado nuevamente el 9 de abril pasado en una de sus haciendas en el estado amazónico de Pará por orden del Tribunal Regional de Justicia de Pará, que anuló una sentencia anterior que lo absolvía de los cargos.
"Bida" fue inicialmente condenado en mayo de 2007 a 30 años de prisión por haber encomendado y financiado el asesinato de la misionera estadounidense, que se había convertido en una defensora de los campesinos sin tierra en el estado amazónico de Pará.
El hacendado, sin embargo, tuvo derecho a un segundo juicio en mayo de 2008 en el que fue absuelto, en una polémica decisión que llegó a ser calificada como "una mancha" en la justicia por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
La sentencia absolutoria fue anulada a comienzos de este mes por el Tribunal de Justicia de Pará, que consideró como ilegal una prueba presentada fuera de plazo por los abogados del hacendado.
Pese a que la etapa de presentación de pruebas ya había vencido, los defensores exhibieron ante el jurado, sin autorización del juez, un vídeo en el cual un hacendado que ya había sido condenado por el mismo crimen exime de las acusaciones a Bastos de Moura.
La monja, quien tenía 73 años, fue asesinada en una emboscada en una zona rural de Anapu, una remota localidad amazónica en donde lideraba un proyecto para asentar a campesinos sin tierra y defendía la preservación de la región.
EFE