Rodrigo Lanza Huidobro, quien el jueves había sido condenado en Barcelona por la agresión a un policía, de la que siempre dijo ser inocente, dejó la canasta catalana donde estaba recluido desde el 4 de febrero de 2006.
Los defensores del muchacho habían anunciado que apelarían a la sentencia a cuatro años y medio de presidio por la agresión a un policía municipal. Además iban a solicitar la librtad por haber permanecido 2 años en la sombra.
Junto al también chileno Alex Cisternas y el che Juan Daniel Pinto -estos últimos en libertad condicional desde el 15 de enero-, eran los únicos detenidos por el caso, mientras los inculpados pepes esperaron el juicio en libertad. Igual están condenados hasta ahora a pagar 1 millón de euros.