El ladrillo más lolo de la cárcel de Guantánamo, Mohamed El Gharani, fue liberado tras siete años de cautiverio y cinco meses después de que un tribunal federal demostrara que no era un "combatiente enemigo".
El Gharani ingresó a la cana gringa a los 16 años y tras ser absuelto regreso a su país natal, Chad.
El gobierno estadounidense acusó a Gharani de guardar vínculos con una rama de la red Al Qaeda en Afganistán y de combatir en la batalla de Tora Bora.