El escritor Roberto Ippolito reinstaló la teoría de que el poeta fue asesinado y que no falleció producto de un cáncer.
Tanto en el colectivo popular como en las páginas oficiales indican que el poeta chileno Pablo Neruda murió de un cáncer a la próstata que lo aquejaba. Días posteriores al golpe militar que instauró la dictadura en el país.
Sin embargo, otro grueso de la población cree que Neftalí Reyes, nombre legal del poeta, fue asesinado por los agentes del Estado de la junta militar.
Esa misma tesis la mantiene el escritor italiano Roberto Ippolito, quien hoy reinstaló esa tesis al sacar un libro que lleva como nombre "Delitto Neruda" (Crimen de Neruda).
En ese sentido, el europeo conversó con Agencia EFE donde dio más detalles de esta teoría. "Yo empecé trabajando sobre la duda, sin ninguna tesis preconcebida, pero hay tantas falsedades y tantos elementos que es inevitable decir que la muerte no fue natural", señaló.
Pruebas
Las pruebas saltaron luego de que supuestamente el chofer de Neruda, Manuel Araya, habría contado que el poeta recibió una inyección que empeoró su estado de salud.
Según cuenta Ippolito, Neruda se encontraba en buen estado físico y tenía planeado viajar a México para exiliarse un día posterior a su muerte.
Cabe destacar que tras las sospechas, hace unos años se inició una investigación judicial que encontró una sustancia en la muela de Neruda.
"Que la toxina se haya encontrado en una muela, un punto del cuerpo tan protegido, debería excluir cualquier contaminación externa, por ejemplo que la toxina penetrara de la tierra alrededor de su féretro", explica Ippolito.
Además, después de la exhumación del cuerpo en 2013, se descartó como razón de su muerte la "caquexia" (desnutrición producto del cáncer), por lo que el certificado de defunción de la Clínica Santa María de esa época estaba erróneo.