Los besos chiquiturris volvieron orates a los british

El Guille y la Cata se mandaron dos besos en el balcón del Palacio de Buckingham después del casorio en la Abadía de Westminster.

Después del segundo, el caracho de la novia evidenciaba que ya estaba traquila, lo peor del cocido ya había pasado.

Fueron vitoreados por 500 mil orates british que los esperaron durante horas como chupete helado.

Y como broche de oro, aviones de la RAF volaron en honor de los Duques de Cambridge.

La pega para la poli fue complicada. Desde la abadía hasta el palacio de Buckingham, un millón de personas se achoclonó en la ruta.

Después de este cuento del beso y el saludo, la reina se rajó con un almuerzo para 650 personas.

En la noche, el padre del novio ofrecerá una cena.

Pa' más tardecito se viene el carrete real, organizado por la hermana chica de Kate, Pippa y el pelusón del Harry ( En tuiter dicen que éste, que no tiene ni un pelo de tonto,  fue el que inventó la frase "y tú hermana"...).

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