"Me trae un poco el cansancio de esta ruptura, el cansancio de esta antidemocracia, el cansancio de estas imposiciones, de este quebrantamiento de la ley, el cansancio de ser los otros en España", explicó María José Moreno, de 54 años, que ayer participaba de una marcha contra el referéndum independentista de Cataluña.
Enarbolando banderas catalanas, españolas y europeas, miles de personas desfilaron por el centro de Barcelona en protesta contra el gobierno regional catalán, que quiere celebrar hoy la consulta, pese a que fue prohibida por la justicia.
"¡Nosotros también somos catalanes!", gritaban los manifestantes, mientras algunos se protegían de la fuerte lluvia alzando conjuntamente sobre sus cabezas una gran bandera española.
NO TODOS LOS CATALANES QUIEREN DEJAR ESPAÑA
"Puigdemont a prisión", coreaban otros en referencia al jefe del ejecutivo independentista catalán, Carles Puigdemont, líder del movimiento secesionista.
Los sondeos muestran que los catalanes están divididos sobre la independencia: 41,1% a favor y 49,4% en contra, según la última encuesta del gobierno catalán publicada en julio.
Pero también que más del 70% de la población quiere que la cuestión se decida en un referéndum legal.