Dicen que el orgullo todo lo puede, y bien lo sabe este luchador de jiu-jitsu que terminó con los ojitos blancos y de patas pa' arriba por no dejarse rendir ante una mujer.
Ocurrió dentro de un octágono, durante un entrenamiento amateur en la disciplina de Brazilian Jiu-Jitsu (bff). Un luchador se quiso pasar de listo frente a una contrincante mujer, pero el resultado fue vergonzoso para él.
Terminó humillado
El agrandado fue sometido con una llave al cuello por la luchadora, pero el perla no quiso ni por si acaso rendirse y acabó inconsciente y humillado frente a toda la pipul que estaba viendo el combate.
El machito de seguro lo pensará dos veces en volver a medirse en combate con una mujer.