Una inversión que muchos califican de desmesurada. Y no es para menos: el nuevo palacio de gobierno de Evo Morales ha estado en el ojo de la polémica luego de saberse que tuvo una inversión de 36.2 millones de dólares.
Jacuzzis, salas de masaje y gimnasio son algunos de los lujitos. Pero la inauguración de esta construcción, que reemplazará al Palacio Quemado y estaba fijada para este jueves, tuvo que ser aplazada luego de que Morales tuviera que hacer un viaje a Tiahuanaco, al oste de La Paz.
Todo esto en medio de la tensión política que se desató tras dar inicio a la costosa edificación.
Críticas
La oposición ha sido dura en sus críticas y argumentan que, con lo que se pagó por el nuevo edificio, se podrían construir hospitales.
"Exagerado lujo cuando lo más importante es construir hospitales. El día que salga Evo Morales, su palacio será convertido en hospital para enfermos de cáncer", señaló el líder de la oposición, el empresario Samuel Doria Medina, de la centroderechista Unidad Nacional.
Gran inversión
La nueva edificación tiene cuatro sótanos, una planta baja, 25 pisos para oficinas, varios auditorios, salas de prensa y conferencias, salones de exposiciones, un comedor para 260 comensales, oficinas para el personal de apoyo, una biblioteca y un helipuerto en la terraza. El edificio, de casi 120 metros de altura, tiene una superficie contruida de 29.5 metros cuadrados.
El piso 24, de 1.068 metros cuadrados, será el de oficina de Morales. Tendrá un dormitorio, biblioteca, comedor, sauna, jacuzzi, gimnasio y dormitorios para su equipo de seguridad. Ni más ni menos.