SAO PAULO.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lloró dos veces como magdalena durante una entrevista. "Creo que me estoy poniendo viejo", dijo el pobre con el pañuelo todo mojado.
El mandatario garoto se emocionó al recordar un crédito que él mismo entregó a los titanes de una cooperativa de reciclaje que viven bajo un puente.
Después, Lula soltó nuevamente el llanto cuando la periodista le recordó que le queda poco tiempo al mando, después de ocho años de gobierno.
"Sobre 2014, mi respuesta es no, lo digo con el corazón. Pero en política nunca se puede decir que no. Si yo tengo buen juicio, mis neuronas perfectas, me comprometo a ser un buen ex presidente de la República", dijo Lula, quien saca chope con un 80% de aprobación.