Víctima de un lapsus político e ideológico, el presi de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, trató de "compañero" a su colega de estos lares, Sebastián Piñera, quien ayer lo visitó en el Palacio de Planalto, en Brasilia. Don Tatán, en el marco de su primera gira oficial, que comprendió estadas breves en Buenos Aires, Argentina, y la capital brasileña, sólo atinó a sonreír ante la salida del mandatario local.
"Ya le dije al compañero Piñera que antes de terminar mi mandato viajaré en visita de Estado a Chile para visitar al pueblo chileno y al Presidente Piñera. Yo no dejaré la presidencia de Brasil sin visitar Chile como jefe de Estado", soltó Da Silva, quien está acostumbrado a visitas de mandatarios más afines a sus ideas de izquierda, como Rafael Correa, de Ecuador, quien le devuelve el trato de índole rogelia, tratándolo de "compañero Lula".
Antes de dejar Argentina, Don Tatán disparó ante las críticas por su calidad de empresario-presidente. Las municiones las percutó el diario Clarín, donde Piñera dijo: "En la vida uno siempre enfrenta conflictos de intereses, solamente los muertos y los santos se salvan de esta situación. Lo importante es saber resolverlo bien, y yo le aseguro que todo mi equipo de gobierno tiene un solo norte, una sola misión: Velar por el bien público".