"Tenemos una democracia fuerte", sostuvo el mandatario en respuesta a quienes lo critican por su cuestionada reelección, negando rotundamente que su gobierno sea una dictadura y esté usurpando el poder.
Seis años después de iniciar su primer mandato en medio de los sobresaltos que generó el fallecimiento de Hugo Chávez, Nicolás Maduro arrancó este jueves su controvertido segundo mandato con un panorama envuelto de polémicas, crisis y presiones internacionales.
Maduro, un ex chofer de autobús y dirigente sindical de 56 años, juró como presidente ante el Tribunal Supremo de Justicia en un hecho inédito.
Se trata también de un abierto desafío a la Asamblea Nacional -controlada por la oposición- que sostiene que su reelección es ilegal y le advirtió que de asumir estaría usurpando el Poder Ejecutivo.
Solo cinco mandatarios asistieron a su juramento: el presidente de Bolivia, Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega; Cuba, Miguel Díaz-Canel; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; y Osetia del Sur (un país no reconocido por Naciones Unidas), Anatoli Bibílov.
Tensiones
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Venezolanos protestando en la embajada de Madrid.[/caption]
Desde la mañana varios cientos de seguidores del gobierno y empleados públicos se concentraron en los alrededores del máximo tribunal, ubicado noroeste de Caracas, para acompañar al mandatario en la ceremonia.
Con el rechazo de la mayoría de sus vecinos de la región y la Unión Europea, y el apoyo de estrechos aliados como Rusia, China, Turquía, Irán, Cuba y Bolivia, el mandatario izquierdista deberá lidiar desde el primer día de su segundo gobierno con más cuestionamientos y presiones de la comunidad internacional.
Maduro rechaza que se lo catalogue como un dictador y desacredita los cuestionamientos de la oposición y la comunidad internacional.
"Tenemos una legitimidad poderosa, histórica, pero además tenemos una legitimidad concreta de votos. Tenemos una democracia fuerte", sostuvo el mandatario, y anunció que durante su segundo mandato se concentrará en "impulsar los cambios que le hacen falta a Venezuela" para alcanzar la prosperidad económica, aunque no ofreció detalles.
Crisis
Venezuela está sumida en una profunda crisis económica y social con una hiperinflación de siete dígitos y una fuerte recesión que se ha extendido por cuatro años consecutivos.
Las dificultades económicas han desatado una masiva migración de venezolanos en la región que Naciones Unidas estima en unas 3,3 millones de personas.
A ese escenario adverso se suma la postura de mayor confrontación contra Maduro que emprendió a partir del 5 de enero la Asamblea Nacional, que se asume como "único poder legítimo electo" y que amenaza con iniciar este año un "proceso de transición" para renovar los "poderes usurpados" que podría incluir la presidencia, situación que presagia más tensiones políticas.