El gobierno de Donald Trump, en tanto, reiteró que "una acción militar es posible" en Venezuela.
El presidente Nicolás Maduro y la Fuerza Armada de Venezuela se declararon este jueves en ofensiva contra los "golpistas", al reafirmar públicamente su alianza tras el fallido alzamiento militar liderado por el opositor Juan Guaidó.
Maduro y al alto mando aparecieron al amanecer ante unos 4.500 soldados en un acto transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión, en el cual el mandatario les pidió combatir a "cualquier golpista".
"Sí, estamos en un combate, máxima moral en ese combate para desarmar a cualquier traidor, a cualquier golpista", dijo Maduro desde una tarima, con gorra miliar, en Fuerte Tiuna, principal destacamento del país petrolero en Caracas.
Repitiendo la consigna "leales siempre, traidores nunca", el gobernante señaló a los militares que no deben temer frente a la obligación de desarmar las conspiraciones opositoras y de Estados Unidos.
"Nadie puede tener miedo, es la hora de defender el derecho a la paz", afirmó Maduro, apoyado por China y Rusia, quien marchó con los oficiales y la tropa dentro de la instalación.
Sus llamados llegan tras el alzamiento el martes de un reducido grupo de militares bajo el liderazgo de Guaidó, reconocido como mandatario interino de Venezuela por más de 50 países.
Represión
El miércoles, en el marco de concentraciones de miles de opositores, Guaidó advirtió que tras la insurrección militar "el régimen va a tratar de acentuar la represión" y perseguirlo, e insistió en que seguirá en las calles e impulsará una "huelga general".
Al menos una persona murió y decenas resultaron heridas el miércoles durante disturbios ocurridos durante esas movilizaciones.
La oficialista Asamblea Constituyente ya despojó a Guaidó de su inmunidad como jefe parlamentario y autorizó enjuiciarlo por "usurpar las funciones de Maduro", pero la Casa Blanca advierte que detenerlo sería el "último error de la dictadura".
El gobierno de Donald Trump reitera continuamente que "una acción militar es posible" en Venezuela, lo que genera tensiones con Rusia que denuncia una "influencia destructiva" de la Casa Blanca.