El soplo malintencionado de que su polola estaba zapateando con otro hombre en un bar bastó para que un policía keniano perdiera la cabeza y asesinara a 10 inocentes en varios boliches de Siakago, al Este de Kenia.
De acuerdo al reporte de sus colegas policías, Peter Karanja (30) decidió confirmar el soplo a punta de pistolazos. Primero habría disparado con su arma de servicio a dos compañeros de trabajo y luego comenzó una búsqueda por varios tugurios.
"É fue de un bar a otro disparando en forma indiscriminada", indicó el vocero de los polis, Charles Owino,
La policía investiga el motivo de Karanja para perder la razón. Según el informe preliminar, hace unos meses el pobre se contagió con el virus del sida y sospechaba que su amada le había pegado la desgracia.
