Mayoría de gringos desconfían de su Gobierno

Casi 80% de los estadounidenses dicen que no pueden confiar en el gobierno y que tienen poca fe en que la burocracia federal pueda resolver los problemas del país, de acuerdo con un sondeo del Pew Research Center que muestra que la confianza pública en las autoridades está en uno de sus puntos más bajos en medio siglo.

El sondeo ilustra la situación difícil que enfrentan el presidente Barack Obama y el Partido Demócrata en sus esfuerzos por mantener su ventaja en el Congreso en las elecciones de noviembre.

Por lo general, los comicios de medio término son difíciles para el partido en el poder y un ambiente tan tóxico como el actual pudiera hacer que muchos demócratas se queden sin empleo al concluir el año.

El sondeo encontró que apenas 22% de los entrevistados dijeron que pueden confiar en el gobierno casi siempre o la mayoría de las veces y solamente 19% dijeron que están básicamente satisfechos con sus autoridades. Casi la mitad de los encuestados dijeron que el gobierno afecta negativamente sus vidas diarias, un estado de ánimo que ha aumentado en los últimos 10 años.

Ese sentimiento antigubernamental ha sido el impulso para el movimiento conservador Tea Party y se reflejó en protestas feroces la semana pasada.

"El gobierno le ha estado mintiendo al pueblo durante años. Los políticos hacen promesas para resultar elegidos y cuando son electos, no las cumplen", dijo Cindy Wanto, de 57 años, una demócrata de Pensilvania que se sumó a varios miles de personas en una marcha en Washington el 15 de abril: el plazo para la declaración de impuestos.

"El gobierno está demasiado involucrado en mi vida. Ese era un problema antes de Obama, pero él ciertamente no está ayudando a resolverlo", agregó.

La mayoría de las personas entrevistadas dijeron que el gobierno federal es demasiado grande y poderoso, además de que interfiere demasiado en los asuntos estatales y locales. La ciudadanía está dividida sobre si el gobierno debería ser responsable de lidiar con problemas críticos o ser reducido, presumiblemente en favor de más responsabilidad individual.

Aproximadamente la mitad de los encuestados dijeron que quieren un gobierno federal más reducido con menos servicios, comparado con aproximadamente 40% que quieren un gobierno más fuerte que provea más.

La ciudadanía estaba dividida parejamente en el asunto antes de que Obama fuese elegido. Aún así, la mayoría de los entrevistados apoyaron que el gobierno de Obama ejerza más control sobre la economía durante la recesión.

"La confianza en el gobierno raramente es tan baja", dijo Andrew Kohut, director del centro no partidista que condujo el sondeo. "Parte de ello se debe a una reacción contra Obama, pero hay muchas otras cosas en juego".

El sondeo identificó además una serie de factores que contribuyeron a la hostilidad del electorado: la recesión que Obama heredó del gobierno de George W. Bush, una ciudadanía desanimada y furia hacia el Congreso y los políticos de todas las ideologías.

(Agencias)

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