Las penas del infierno piden en Kenia para un acumulado que violó sin el más mínimo sentimiento de culpa a una pobre e indefensa cabra, quien tuvo que ser llevada al estrado para demostrar que fue abusada.
El hecho quedó al descubierto por un vecino del degenrado, quien no se aguantaba las ganas de orinar y fue a desaguar detrás de un arbusto. Ahí al hombre se le llegaron a salir los ojos al ver cómo el animalito era vehado. "La pobre cabra berraba de dolor", recordó.
En un principio el zoofílico se descartó y un médico veterinario debió declarar tras someter a la cabra a exámenes. Los resultados fueron tajantes: "fue violada brutalmente", señaló el colega de "Lindorfo" Jiménez.
Cuando el depravado quedó en total evidencia, atinó a pedir perdón y trató de sacársela al justificar que su esposa es discapacitada y que dependía de él.
Al final de cuentas, la magistrada no lo pescó ni en bajada y le chantó el traje a rayas para por bestialismo o zoofilia.