Pareja de haitianos tuvo que dejar Chile y vivió días de terror en Panamá

Haitianos dejaron nuestro país a raíz del incremento de los controles migratorios en el gobierno de Sebastián Piñera.

Días de terror vivieron en la jungla del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia, dos haitianos que dejaron Chile tras el incremento de los controles migratorios en el gobierno de Sebastián Piñera.

Venise Felizor, su pareja Nesly Simeon y su hijo de 20 meses nacido en Chile, Wesly, pasaron seis días en una de las selvas más tupidas del planeta y en la que prácticamente no existen caminos, hasta que llegaron a la aldea de Peñitas, en Panamá.

"El viaje por la selva fue muy duro", aseguró Venise, quien relató que mientras vivieron en territorio chileno se sintieron discriminados y el dinero no les alcanzaba, por lo que decidieron buscar nuevos horizontes y viajar por tierra a través de Perú, Ecuador y Colombia hacia el norte.

Según contaron, en la jungla fueron asaltados por hombres armados que robaron las pertenencias y los 1.000 dólares que habían ahorrado durante sus más de dos años de residencia en Chile.

Además, tres mujeres que formaban parte del grupo de migrantes en que estaban ellos fueron violadas por los asaltantes.

"Fue muy peligroso el camino, pensé que iba a perder a mi hijo; vi escenas de muerte", detalló la mujer.

El tramo más peligroso

El llamado "Tapón" del Darién es un tramo de selva sin carreteras ni ley, considerado el más peligroso para los extranjeros que se dirigen desde Sudamérica hacia el norte, principalmente a Estados Unidos y Canadá.

Según el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront), 7.316 migrantes han cruzado la frontera con Colombia desde el primero de enero hasta la tercera semana de abril.

Esta es la mayor crisis migratoria que Panamá ha enfrentado desde 2015-2016, cuando alrededor de 60.000 personas -mayormente de Cuba y Haití- provocaron un posterior cierre temporal de las fronteras de Panamá, Costa Rica y Nicaragua.

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