"Estamos desconcertados", declaró una de las científicas detrás del misterioso hallazgo.
Lo último que cualquiera esperaría encontrarse en una frondosa selva amazónica es una ballena de 8 metros. Nadie ni siquiera se lo plantearía. Pero se hizo realidad recientemente.
Un grupo de biólogos está detrás del hallazgo que hace romperse los sesos a cientos de cibernatuas.
Se trata da una ballena jorobada, cuyo gigantesco cadáver era festín de varios buitres cuando los científicos irrumpieron allí, llevándose la sorpresa de su vida.
"Todavía no estamos seguros de cómo aterrizó aquí. Estamos desconcertados de encontrar una ballena jorobada en la costa norte de Brasil durante febrero, porque esto es algo muy inusual", declaró Renata Emin, una científica marina, quien supone que la marea costera debe haber arrastrado al cetáceo hacia los ríos amazónicos.