Fue portada de revistas, figura del fitness y se casó con una estrella de Guardianes de la Bahía, pero las adicciones y los problemas personales la mandaron a las calles de Los Angeles, donde vive recogiendo restos de comida desde los contenedores de basura. Pese a todo, Loni Willison prefiere mantenerse así. "Puedo vivir por mi cuenta. Tengo todo lo que necesito aquí", le dijo a un periodista.
Durante dos años, nadie supo donde estaba Loni Willison, una exitosa exmodelo que se había hecho algún nombre en Hollywood, la capital mundial del espectáculo. Pero tras perder su trabajo, en 2016, poco y nada se difundió sobre ella. Hasta que en octubre de 2020, la prensa estadounidense dio con ella.
La mujer, de 37 años, vive como indigente en las calles de Los Angeles. Los reporteros consiguieron fotografiarla con un trozo de pizza que sacó desde un contenedor de la basura que compartió con una ardilla. Lucía varias capas de ropa desgastada y empujaba un carro de supermercado en que traslada sus cosas.
"Estoy estancada", le comentó al diario británico The Sun en febrero. "Incluso si pudiera pedir ayuda, nadie podría hacer mucho", agregó. Según ella todo ocurrió por estar involucrada con "malas personas". Ello la llevó al colapso y a arrancar de una vida que parecía de ensueño, pero que se había vuelto una carga muy dura. "No voy a estropear la vida de otra persona, así que tengo que esperar y ver qué pasa a medida que pasa el tiempo".
Loni Willison desapareció en 2018 tras escapar de un intento de sus amigos por internarla en un centro de rehabilitación. "Intentamos todo pero no pudimos llegar a ella", recordó la exmodelo Kristin Rossetti. Ella la alojó en un hotel para que pasara la noche, le dio ropa limpia y comida. Ambas charlaron toda la noche sobre sus problemas, sus adicciones y sus fracasos en el amor. Pero tras el amanecer, Loni se obstinó en negarse a seguir un tratamiento contra la adicción. Ahí arrancó de la sociedad.
De la gloria al abismo
Durante mucho tiempo, Loni Willison era salud. Se hizo un nombre como celebridad fitness, ocupó portadas gracias a su tonificada figuras y en las entrevistas solía compartir sus secretos para mantener un estado físico acorde al de las exigencias de la industria. Pero en su fuero interno, ella apenas podía mantenerse en paz con su entorno.
Durante dos años, la mujer estuvo casa con el actor Jeremy Jackson, conocido por su rol de Hobie Buchanan -el hijo de Mitch- en Guardianes de la Bahía. Y aunque solían mostrarse felices y exitosos para las cámaras, la unión fue turbulenta y llena de conflictos. Ella lo acusó de intentar estrangularla durante una discusión. La relación no mejoró, y terminaron en 2014.
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Loni Willison y Jeremy Jackson en 2012[/caption]
A Jackson tampoco le fue muy bien. Tras el final de Guardianes de la Bahía, no pudo afirmarse como un actor conocido, y entró en una espiral de consumo de drogas al que arrastró a Loni. "Fumaba marihuana todos los días y consumía cocaína hasta que dejó de funcionar", recordó tiempo después. Tiempo después, decidió retirarse de la actuación y se reinventó como un cocinero especializado en vida saludable.
Por su lado, Loni le dijo a la prensa que prefería mantenerse como estaba; lejos de aquel mundo que poco hizo por ella y la vio apagarse. "Puedo vivir por mi cuenta. Tengo todo lo que necesito aquí -señaló-. Nadie se preocupa por mí y no quiero verlos, ellos no quieren verme. No tengo teléfono móvil. Tengo comida y tengo un lugar donde dormir. Tengo dinero aquí y allá y hay comida en los contenedores y cerca de las tiendas. Hay mucho aquí".
