Un grupo de expertos encontró 16 momias en Alejandría, ciudad en el norte del país africano. Además de máscaras y varios adornos funerarios llamó la atención que uno de los cuerpos tenía una lengua hecha de oro en su boca. Se cree que el artefacto se dejó ahí por razones religiosas.
Vasijas, muebles y todo tipo de artefactos se han hallado en las tumbas egipcias. Es sabido que en la antigua civilización florecida a orillas del Nilo, la muerte era considerada un tránsito hacia otra vida y por ello el difunto era sepultado junto a varias de sus pertenencias. Pero un hallazgo reciente sorprendió por lo insólito.
En una momia se descubrió nada menos que una lengua de oro. Tal cual. El hallazgo lo realizó un equipo que trabajaba en una serie de excavaciones en el antiguo templo Taposiris Magna de Alejandría, en el norte de Egipto. Una ciudad fundada por Alejandro Magno en el 331 a.c, que en su tiempo fue una de los centros culturales más importantes del mundo antiguo.
Según informó el pasado viernes el Ministerio de Antigüedades del país africano, los expertos trabajaron en 16 tumbas excavadas en la roca, populares en el período de dominación grecorromana. En estas encontraron algunas momias no muy bien conservadas. Una de estas, contenía la sorprendente pieza.
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La momia con la lengua de oro[/caption]
Los expertos piensan que al muerto se le colocó el amuleto hecho de oro con forma de lengua, a fin de que pudiera defenderse en el Juicio de los muertos. Esta era una instancia en extremo importante para la cultura egipcia; la creencia decía que tras la muerte, el difunto era conducido por el dios chacal Anubis hasta la Duat. Allí se encontraba con el dios Osiris, quien le extraía el corazón y lo colocaba en el extremo de una balanza. En el otro, iba una pluma de la diosa Maat que representaba la verdad y la justicia.
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El juicio de Osiris[/caption]
Tras someter al muerto a una serie de preguntas sobre su comportamiento en vida, el mismo Osiris dictaba la sentencia. Si el corazón era tan ligero como la pluma, el difunto pasaba a gozar de la vida eterna en el paraíso. Pero de lo contrario, el músculo vital era devorado por una horrible criatura llamada Ammyt, que tenía cabeza de cocodrilo, extremidades delanteras de león y cuarto trasero de hipopótamo.
Precisamente, en las tumbas halladas hay representaciones del dios Osiris. Se trataba de decoraciones doradas trabajadas sobre capas de yeso. Además, se encontraron la máscara funeraria de una mujer, ocho copos dorados de una corona y otras tantas máscaras de mármol que datan de la ocupación griega y romana.
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Una de las máscaras funerarias halladas por los expertos en Alejandría[/caption]
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