El rey Carlos XVI Gustavo de Suecia negó tajantemente los cahuines publicados en dos libros, en los que se pelan las supuestas visitas del monarca a varios centros nocturnos con chiquillas ligeras de ropa, y donde incluso le habría pagado a la mafia para fondear las comprometedoras fotos.
"No, no pueden encontrarse (las imágenes). Y a partir de ahí, es difícil comentar algo que no se ha visto o que tampoco nadie ha visto", señaló el monarca, con la frente arrugada, en una entrevista.
El rey de Suecia también aseguró que nunca le pidió a su yunta empresario, Anders Lettstroem, que negociara con un grupo criminal la compra de las presuntas fotos sapas, evidencia que según los copuchentos tenía el dueño de un club de Estocolmo.
El contacto entre Lettstroem y los bandidos se echó al agua gracias a una grabación que difundió la Radio de Suecia, donde el empresario chachareaba con los hampones.
Si bien a Lettstroem no le quedó otra que admitir el nexo tras la funa radial, el empresario señaló que los malandras lo engañaron y que él actuó por iniciativa propia, sin que el rey se lo pidiera, por lo que el monarca comentó que "reconsiderará" su amistad.