Los 14 de febrero son pa' vivirlos llenos de amor junto a su pareja o su amigo con ventaja. Sin embargo, no todos tienen la suerte de poder hacer eso. Algunos, por ejemplo las personas dedicadas a la religión, solo pueden estar amando a diosito o a buda. Así que naca la pirinaca.
Pero ese no fue el caso de un monje budista de Tailandia, que en este día de San Calentín lo único que quería era tirarse una canita al aire. Los religiosos que le rezan al buda no tienen relaciones sexuales, pero este cabro de 35 años no estuvo ni ahí con el dogma.
En un motel del país asiático, los policías encontraron un tocomocho aparcado junto al lugar donde los pecados están permitidos. Allí, cacharon que en uno de los puestos del automóvil se asomaba una túnica budista. Por eso entraron más que rápido pa' saber si lo que pensaron realmente era.
LA MINOCA TENÍA 19 PRIMAVERAS
Y efectivamente sí era lo que habían imaginado. Pero mucho peor. Los policías tocaron en una de las tantas puertas del motel y de ella salió un joven rapado. La sorpresa se hizo aún mayor cuando en una de las camas estaba tirada una muchachina de 19 años, tal cual dios la trajo al mundo.
No obstante, la chicoca además de estar más caliente que una tetera, estaba ultra drogada. Así lo consignó el medio The Bangkok Post. Al preguntarle sobre los motivos que existían tras esta escena de película triple X, el religioso señaló que se había fugado de su monasterio porque estaba más duro que el acero.
Por su litro, la joven describió que ya habían coordinado vía teléfono y que el asunto de su reunión amorosa había sido una promesa pa' celebrar a todo cachete el día de los enamorados.