Moscas faltas de sexo se caen al frasco

No digo yo, si pasa hasta en las mejores especies. Un repentino dolor de tejado de la señora mosca puede significar una chelita más de su pierno.

¡Es verdad! Según un artículo de la revista Science entre las moscas y los hijos de Adán hay un pelito de diferencia. Los sabiondos hacen cruz pa'l cielo que el alcohol estimula el cerebro de estos insectos como un premio similar a un "touch and go".

Y a esta conclusión no se llegó así no más. Los científicos usaron miles de moscas de la fruta machos y ganosos que fueron instalados en un recipiente con una hembra con jaquecas, cansadas, que puro quisieran abrazos o con cacheteo reciente.

Las chicas obviamente no pescaron ni en bajada a los don juanes, apretaroncué al otro extremo del frasco, aplicaron charchazos o tiraron pa'fuera su órgano de desove para mantener al semental a raya.

Los pobres cabros fueron sometidos a esta tortura cuatro horas diarias, durante cuatro días, tiempo más que suficiente para que se pegaran los gomazos que ahí no pasaba ni pasaría naipe.

Y como suele suceder en estos casos, sacaron a los achacados señores moscas a comer. Los chantaron en nuevos recipientes donde les ofrecieron copete y comida. Pasó lo que tenía que pasar, los rechazados se fueron al toque al alcohol a diferencia de los que venían pochitos de amor.

Después de chupar como orilla de playa y de pasar la mona, les hicieron nuevas citas con moscas ansiosas de grado tres para arriba y una vez que apagaron el calor que los envolvía, al macho se le pasó la sed.

Los que saben dicen que las moscas cufifas no tienen la culpa y la caída al frasco es absoluta responsabilidad de un químico cerebral llamado neuropéptido F, que tendría su equivalente en la mollera del hombre.

"Me parece que ésta es una muy buena apuesta para ponerla en práctica en los humanos", sostuvo Ulrike Heberlein de la Universidad de California en San Francisco, quien dirigió el estudio. De hacerlo, "se podría decir que ahora podemos comprender por qué una experiencia adversa como el rechazo sexual, puede llevar a alguien a beber".

COMPARTIR NOTA