Los incendios que han afectado la costa situada al noreste de Atenas, en Grecia, ya han cobrado más de 70 víctimas y 190 heridos según el cuerpo de bomberos heleno.
Su vocera, Stavrula Mallidi, señaló que los fallecidos han sido encontrados en la localidad de Mati, a unos 30 kilómetros al noreste de Atenas, y las autoridades no descartan que la cifra aumente, ya que todavía hay decenas de viviendas incendiadas a las que no han podido acceder por las elevadas temperaturas.
La mayoría de las víctimas mortales perecieron en sus casas o en sus vehículos tras la rápida propagación.
Uno de los más impactantes hallazgos por parte de bomberos fueron los restos de un grupo de 24 personas, que se encontraban abrazados unos a otros en un descampado situado entre dos complejos de viviendas, tan solo a 30 metros del mar, al que no lograron llegar por el avance rápido de las llamas.
Muchos de los sobrevivientes salvaron su vida lanzándose al mar en botes.
Más de 700 personas fueron rescatadas por la guardia costera en las playas cercanas al puerto de Rafina, y 19 directamente del mar.
A pesar de la ayuda internacional y el despliegue de bomberos, los dos grandes frentes que asolan Atenas no se extinguían hasta el cierre de esta edición.
El Primer Ministro, Alexis Tsipras, declaró tres días de luto nacional.
En 2007, en el Peloponeso, un incedio cobró entre 70 y 77 vidas y arrasó 250.000 hectáreas de bosques y cultivos.
Pero, a diferencia de lo de ahora, el kilómetro cero de la tragedia duró una semana, con un frente inabarcable de 60 kilómetros de ancho. Si se comparan ambos contextos, el incendio de este lunes supera ampliamente todos los récords.