La neozelandesa Cheryl McKnight jura que su perrito maltés "Scooter" es el can más chico del mundo, con apenas 8 centímetros de alto.
Cheryl dice que su mascota entra en una taza de té y que tuvo que hacerle ropa de color para poder diferenciarlo de una simple bola de pelo blanco.
"No puedo sacarlo a caminar o ponerle un collar", señaló Cheryl.
"Scooter" pesa menos de 400 gramos, incluyendo la ropa.