Amarillo Slim es por lejos el mejor apostador de la historia y su reciente muerte hizo nacer un mito y es que a la hora de jugar no había quién le ganara.
Slim fue ganador de las Series Mundiales de Poker de 1972 y de otros tres brazaletes, el último en 1990. Jugó con dos presidentes (Lyndon Johnson y Nixon) y se hizo famoso por ganar una partida de billar jugando con una escoba.
Por si esto fuera poco, se echó al bolsillo 300 mil dólares luego de darle guaraca a Willie Nelson en dominó.
Además, a un entrenador de baloncesto le ganó un concurso de tiros libres con una pelota de rugby y le ganó 10 mil dólares a Bobby Riggs, ganador en dobles de Wimbledon y finalista del US Open y Roland Garros en una partida de ping pong, entre otros cientos de logros.