Pese a que el líder libio Muammar Al Gaddafi anunció un alto el fuego contra las fuerzas opositoras a su régimen, en todo el mundo se escucharon las voces contra su promesa por considerarla chanta.
Temprano en la mañana el gobierno libio lanzó la medida para frenar la intervención de la ONU en el conflicto, pero varios testigos dejaron por el suelo la buena voluntad al ver movimientos de convoys militares cerca de la ciudad de Misrata.
El vocero de Defensa, Musa Ali, se apuró en decir que su gobierno no estaba preparando ninguna operación militar en esa ciudad ni en ninguna otra del país, según cosignó EFE.
Pese a la vocería, el primero en mandar sus palabras a la chuña fue el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien afirmó que "el cese al fuego debe aplicarse de inmediato".
"Si no se le pone freno, tenemos todos los motivos para creer que él (Gaddafi) podría continuar cometiendo atrocidades", contó.
Según varios medios itnernacionales, el ataque de la ONU sobre Libia contaría con aviones "Hornet" canadienses, F-16 de Bélgica y Dinamarca y los "Tornado" ingleses. Las naves recaerán en bases italianas en África.
Mientras las fuerzas de la ONU preparan sus armas, Saif Al Gaddafi, hijo de Muammar, advirtió que el bombardeo de Libia por parte de la ONU sólo traerá más muerte a la población.