El carismático senador negrito Barack Obama saltaba en una pata anoche, al conseguir los 2.118 delegados necesarios para ser el representante demócrata para las elecciones presidenciales de Gringolandia, desplazando y relegando a segundo plano a su camarada de partido, la ex primera dama Hillary Clinton.
El grone se convirtió así en el primer afroamericano en liderar a uno de los dos más grandes partidos de Estados Unidos en la competencia para llegar a la Casa Blanca.
"Esta noche llegamos al final de una histórica jornada y al inicio de otra", dijo anoche Obama, al celebrar su victoria en Saint Paul, en el estado de Minnesota.
El senador, quien ni siquiera nació en Estados Unidos, enfrentará al republicano John McCain en los comicios presidenciales de noviembre, para suceder al actual presidente George W. Bush.
VICEPRESIDENTA
Hillary Clinton, actual senadora por Nueva York y rival de Obama en las primarias, no reconoció de inmediato su derrota y su comando también guardó silencio.
Más tarde, la esposa del ex presidente Bill Clinton dijo en una teleconferencia con congresistas de Nueva York que está dispuesta a la posibilidad de ser la compañera de fórmula de Obama, como vicepresidenta.