Tras encontrar con vida a los 12 niños y su entrenador atrapados desde hace nueve días en una cueva de Tailandia, los equipos de salvamento buscan hoy la manera más "segura" de rescate en unas tareas que podrían demorarse "meses".
Una avanzadilla de dos expertos buzos logró llegar a la cavidad donde se refugiaron las víctimas, según muestra un vídeo publicado en Facebook por los equipos de rescate.
Visiblemente delgados y con la ropa sucia por el barro, los niños agradecieron la llegada de los equipos de salvamento y preguntaron "¿Qué día es hoy?" antes de pedir comida: "¡Tenemos hambre!".
"Sois muy fuertes (...) mucha, mucha gente está viniendo. Nosotros somos los primeros", dijo uno de los miembros de rescate.
El grupo fue encontrado en un terreno elevado cerca del agua que inunda los pasadizos y a unos cuatro kilómetros en el interior de la cueva, donde penetraron el pasado día 23.
Complejo rescate
El gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, confirmó que ninguna de las víctimas sufre problemas críticos de salud, tras ser examinada por un grupo de médicos que seguirá de cerca la evolución del grupo.
Los equipos de rescate tienen previsto transportar hasta el refugio alimentos y agua "para al menos cuatro meses", así como medicinas para tratar y recuperar a los niños, de entre 11 y 16 años, y al adulto, de 26.
"No los vamos a sacar hasta que encontremos una forma totalmente segura", declaró a los medios el gobernador de Chiang Rai, donde se encuentra la gruta.
Clases de buceo
Además, los niños y su entrenador también tendrán que aprender a bucear antes de poder abandonar los túneles subterráneos.
"Nos prepararemos para enviar alimentos adicionales para que puedan mantenerse durante al menos cuatro meses, y para capacitar a los 13 en buceo mientras continuamos drenando el agua", cita el diario al capitán Anand Surawan, de la Armada de Tailandia.
El principal impedimento son los numerosos y estrechos pasadizos inundados a lo largo de la cueva, la cuarta más larga de Tailandia, con unos 10 kilómetros de longitud y frecuentes cambios de nivel.
"Tratar de llevar a no buceadores a través de la cueva es una de las de las situaciones más peligrosas posibles, incluso si es relativamente fácil", apunta Anmar Mirza, uno de los voluntarios internacionales que ha liderado la misión, recoge el diario "Bangkok Post".
Los servicios meteorológicos, no obstante, alertan de la llegada a la región de nuevas fuertes precipitaciones que pueden demorar las tareas de rescate durante la época monzónica, que finaliza en octubre.
Según la versión oficial, los desaparecidos se internaron el 23 de junio en las galerías tras un entrenamiento cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad e impidió su salida.