Dicen que los niños que han nacido y crecido bajo el flagelo de la violencia suelen ser todo terreno, aguantadores como ninguno; sin embargo, en el alguna parte de su cuerpo siguen siendo seres inocentes que no entienden de odios ni egoísmos.
Este fin de semana quedó al descubierto un hecho que pone rojo hasta al más indolente de los adultos de este planeta. Un puñado de peques palestinos tuvo la mala pata de perder su pelota cuando ésta cayó en una zona controlada por el Ejército israelí en la localidad Cisjordania de Kafer Sur.
Y como los locos bajitos no entienden de tierras confiscadas, pero si conocen lo que es capaz de hacer el rencor de los más viejos, enviaron una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, para que los ayude a recuperar el balón de fútbol.
Según la agencia palestina Maan, mientras los peques jugaban un partido de fútbol el balón fue a dar a tierras controladas por el ejército para construir la barrera de separación (de Cisjordania) a través de su aldea delimitada por una valla alambrada de seguridad que impide el acceso.
Alegan por sus derechos
Los chicos palestinos se dieron cuenta que tratar de recuperar su pelota sería más complicado que el acuerdo entre ambas naciones, por eso recurrieron directamente a la ONU para solicitar su intervención, argumentando que Israel ha infringido sus derechos al no devolverles la pelota o permitirles a ellos mismos rescatarla. (EFE)
