Nisaka Nipone puede salir de cana cuando sea tatita de 95

"Interpongo recurso de nulidad", fue la única frase que el impávido ex presidente peruano Alberto Fujimori (70) prununció al término de la sesión 161 de su juicio y que terminó con un fallo histórico, que lo condenó a 25 años de cárcel por homicidio calificado, asesinato bajo el agravante de alevosía, lesiones graves y secuestro agravado por trato cruel.

El tribunal especial -que funcionó en un cuartel de policía de Lima- estableció que todas esas "gracias" las perpetró entre 1990 y 2000.

Dentro de los crímenes que le imputan al "Chino" están las masacres de Barrios Altos (1991) y la Universidad La Cantuta (1992), que costaron la vida a 15 y 10 personas, respectivamente, y los secuestros del empresario Samuel Dyer y el periodista Gustavo Gorritti.

Lo que califica como histórico al fallo es que por primera vez se condena por crímenes "de Estado" y "contra la humanidad" a un ex mandatario elegido democráticamente.

Además de cárcel, Fujimori tendrá que pagar como reparación cerca de 20 mil dólares para cada hermano de los 15 muertos en la matanza de Barrios Altos y para los herederos de las 10 víctimas de La Cantuta.

Juicios como el del "Chino" no pasan piola, menos en un panorama político como el peruano, donde el país está dividido entre fujimoristas y sus contrarios, que en las afueras del tribunal se agarraron a palos y charchazos.

En todo caso, Keiko, la hija y diputada del "Chino", anunció que hoy realizarán una manifestación que reunirá "a millones".

Según la agencia EFE, la condena al ex presi  es el trampolín para que Keiko asuma la cabeza del fujimorismo y se ponga en campaña presidencial, con serias posibilidades de triunfar por el apoyo que tiene su padre en la Lima pobre y en provincias.

La chica juró que si llega al poder sacará de cana al papá.

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