Una anciana vive desde hace más de diez años con el cuerpo embalsamado de su amado marido muerto en Pensilvania, Estados Unidos.
La anciana Jean Stevens no quiso quedarse sola cuando murió su marido en 1999, por eso varios días después del entierro llevó el cuerpo a su casa y desde entonces lo mantuvo embalsamado en su vivienda.
Sin embargo, volvió a hacer lo mismo cuando su querida hermana gemela falleció, ya que no podía soportar la idea de que se quedaran encerrados en un ataúd.
Stevens desenterró el cuerpo de su marido unos días después de su entierro, lo vistió con un traje oscuro, le puso una camisa blanca, una corbata azul y lo sentó en el sofá en el garaje. Ahí permaneció por más de una década.
Por su parte, a su hermana la acomodó en la habitación de los invitados, le puso su bata preferida y le echa su perfume para que esté bien.
La policía estatal se ocupó de la investigación, aunque no se presentaron cargos contra la mujer que conservaba los cuerpos embalsamados de sus seres queridos. Ella sabe que sus escasos vecinos consideran que es una historia macabra y la miran con un poco de miedo, pero la señora tiene sus propias razones.