Como criminales de guerra serán tratados los norcoreanos que sean sorprendidos usando teléfonos celulares durante los 100 días del luto oficial por la muerte de Kim Jong-il, ocurrida en diciembre del año pasado.
De acuerdo a lo indicado por grupos de derechos humanos, la sanción para quienes transgredan la ley es de cárcel y trabajos forzados, e incluso en algunos casos llega a la pena de muerte.
Igual pena recibirán quienes intenten huir del país hacia China.
De acuerdo a analistas internacionales, Pyonyang tomó esta medida para asegurar la estabilidad del nuevo régimen encabezado por Kim Jong-un, quien asumió tras la muerte de su padre Kim Jong-il.
No es primera vez que el régimen comunista de Corea del Norte tiene atados con los teléfonos celulares, los que estuvieron prohibidos en el país entre los años 2004 y 2008, e incluso el 2010 un ciudadano fue condenado a muerte por haber usado uno para llamar a un amigo en Corea del Sur.