Cuando el mundo todavía no se repone al brutal ataque que recibió un linyerita en Miami (ver notas relacionadas), un nuevo caso de canibalismo se hizo público en EE.UU. Se trata de Alexander Kinyua (21), un joven estudiante que ocultó la cabeza y manos de su víctima en el cuarto de lavado del sótano de la casa de su familia, en Baltimore.
El hombre, oriundo de Kenia y estudiante de ingeniería eléctrica, es acusado de asesinato en primer grado y otros cargos por la muerte del ghanés Kujoe Bonsafo Agyei-Kodie (37), a quien habría desmembrado y comido en la cena. Según los informes de la autoridad, todavía no están identificadas oficialmente las partes, pero serían Kodie, reportado desaparecido el 25 de mayo.
Los primeros indicios de la tragedia aparecieron cuando la policía encontró el teléfono celular y la mochila del afectado en la vivienda de los familiares del atacante. Pero el martes, el padre del fallecido, Antony Kinyua, llamó a los detectives y reportó que otro de sus hijos, Jarrod, encontró lo que creía eran restos humanos en dicha casa.
Lo que había visto el muchacho era terrible: dos latas que tenían en su interior una cabeza y dos manos humanas. La policía confrontó a Kinyua, quien dijo que eran animales. Posteriormente Jarrod y su padre bajaron al sótano, donde el primero "notó que los artículos que había visto ya no estaban y que Alex Kinyua estaba limpiando el contenedor en el que los encontró".
Los detectives obtuvieron una orden de registro y hallaron la cabeza y manos en la casa. La policía indicó que Alexander Kinyua admitió haber matado a Kodie al cortarlo con un cuchillo y que posteriormente comió su corazón y parte del cerebro. En todo caso, las autoridades no descartan que se sepan nuevos detalles escabrosos con el paso de la investigación.
