El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo ayer que la reaparición de tensiones entre países ha comprometido los progresos en materia de no proliferación nuclear, lo que se expresa en reservas de 150.000 armas nucleares en el mundo.
Al intervenir en una sesión de la Conferencia de Desarme de la ONU, que se reúne en Ginebra, Guterres llamó a que los países entiendan que se necesita más desarme y medidas de control de armamento si se quiere preservar la paz global.
"La reticencia de numerosos estados, en particular de las potencias que cuentan con importantes arsenales de armas, bloquea la aplicación de la primera resolución en favor de la eliminación total de las armas de destrucción masiva adoptada por la Asamblea General de la ONU", recordó.
También lamentó que los países hayan abandonado el objetivo de disminuir los gastos militares y reducir sus fuerzas armadas y que, como resultado, el comercio de armas haya seguido creciendo hasta el punto que nunca como hoy fue tan rentable, desde tiempos de la Guerra Fría.
Guterres estimó en más de 1,5 billón de dólares el gasto militar anual en el mundo
Denunció, además, que las guerras se hayan alejado de los tradicionales campos de batalla para actuar en los centros poblados, donde fuerzas gubernamentales y grupos armados utilizan poderosos explosivos que matan a más y más civiles.
"Las armas son vendidas y comercializadas como productos de consumo ordinarios", sostuvo el portugués.
Entre los primeros pasos que se deben dar en esa vía figuran la rápida entrada en vigencia del Tratado para la Prohibición de Ensayos Nucleares y que se garantice la sanción a los responsables de violaciones de la Convención sobre Armas Químicas.