ONU aprueba declaración de mínimos sobre la condición de las mujeres

La declaración fue aprobada por consenso en la 64ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.

La ONU aprobó el lunes una declaración de mínimos sobre la condición de la mujer, que intenta preservar los logros amenazados en varios países pero no busca nuevas vías para avanzar en la igualdad de género.

Debido a la epidemia, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, propuso a los estados miembros circunscribirse ahora a la declaración política, que se negocia cada cinco años, y eliminar los debates generales y los eventos relacionados, pospuestos hasta una fecha indeterminada.

"Siglos de discriminación, patriarcado arraigado y misoginia han creado una enorme brecha de poder entre los sexos en nuestras economías, sistemas políticos y sociedades. Esto simplemente debe cambiar", dijo Guterres en la apertura de la reunión.

El tratado de Pekín

El texto adoptado retoma las líneas principales de la Declaración de Pekín que, en 1995, impulsó la emancipación y la promoción de la mujer en todo el mundo, definiendo objetivos para la igualdad de género en diversas áreas, incluida la economía, la lucha contra la violencia, las mujeres en el poder o las mujeres y el medio ambiente.

Francia prevé acoger en julio una conferencia de la ONU llamada "Pekín+25" para hacer seguimiento y desarrollar los logros relacionados con la condición de la mujer durante el último cuarto de siglo.

Su "situación no está en el nivel en que debería estar después de todos estos años desde la reunión en Pekín", señaló el embajador de la Unión Europea ante la ONU, el sueco Olof Skoog. "No es un problema de interés, es porque hay un impulso político activo para un retroceso en varios países", explicó a los periodistas.

Sin referencia a la sexualidad

Para evitar el fracaso en alcanzar un acuerdo, los negociadores del texto eliminaron cualquier referencia a la salud sexual reproductiva, mención a la que se ha opuesto desde hace años Estados Unidos al verla como un estímulo para el aborto, y referencias relacionadas con la familia, interpretadas de manera restrictiva y conservadora por Rusia, Arabia Saudita, Egipto o Argelia, según diplomáticos.

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