NORUEGA.- Una osa y tres de sus cachorros, con ganas de pasar una velada agradable, irrumpieron en una vivienda del norte de Noruega y se bebieron las cien latas de cervezas que el dueño de casa guardaba en la bodega del domicilio.
Con el copete en el cuerpo, los animales se pusieron jugosos y comenzaron a destruir las paredes de la casa, desparramar dulces y dar vuelta muebles, incluso una cama resultó totalmente destruida por el festejo de los animalitos.
Cuando los dueños de casa volvieron notaron la mansaca que dejaron los peludos, quienes además se fueron en una volá estilo Charly García y dejaron excremento en la alfombra.
“La cabaña quedó destrozada, con todos los bienes en estado inutilizable. Es casi como sacado de 'Ricitos de oro y los tres osos'", señaló Even Borthen Nilsen, dueño de la casa destruida por los jugosos animales.