El registro le ha dado la vuelta al mundo.
En Brasil, la historia de Annie Coutinho, su esposo y su hijo Felipe se ha hecho viral en redes sociales.
Felipe tiene autismo grado 3, no verbal. Esto significa que “no ha desarrollado su lenguaje, evita la mirada, presenta ecolalia, puede parecer que no tenga interés en las personas que le rodean, ni tampoco en mostrar emociones”, según informó el sitio Recursos Tea.
Pero esto no impide que no se pueda expresar, ya que se puede ocupar otros recursos como el lenguaje escrito, de señas o tarjetas con imágenes.
En este caso Coutinho junto a su pareja decidieron tatuarse en el antebrazo y así el pequeño Felipe pueda comunicarse con ellos apuntando a las letras.
“Hemos estado enseñando escritura desde ahora, aprendiendo con RPM (método de indicación rápida) y S2C (hechizo para comunicar), dados los hermosos casos de adultos autistas de nivel 3 que deletrean y escriben abiertamente”, explicó la mamá vía Instagram.
“Este proceso se realiza con un tablero de letras sobre papel, por lo que fue nuestra elección tatuar el tablero en nuestros brazos para que esté rápidamente accesible en todo momento mientras aprende a escribir”, cerró.