Millones de personas en 53 países en Asia y Oceanía iniciaron con susto la jornada del domingo, luego que el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico anunciara la posible llegada de olas gigantes a sus costas tras el megaterremoto que afectó a Chile la madrugada del sábado.
Cientos de miles de habitantes de Japón, Filipinas, Rusia, Indonesia, Australia, Nueva Zelandia y otras islas menores del Pacífico dejaron los sectores más bajos para refugiarse en los cerros.
Sin embargo, en definitiva las costas de esas naciones sólo presenciaron la llegada de olas de una altura máxima de entre dos y tres metros, las que igualmente causaron estragos en algunas localidades costeras, pero no dejaron víctimas fatales gracias a las alertas desplegadas.
Sólo en el borde costero norte de Japón más de 400 mil personas fueron evacuadas, mientras que en Tonga unas 50 mil dejaron sus casas para escapar a los cerros.
Al menos otras 20 mil abandonaron sus hogares en el sureste de Filipinas y, aunque en Australia las autoridades cancelaron la alarma de tsunami en las primeras horas de la noche, igual fueron muchos los que optaron por esperar la llegada de las olas alejados de las playas.
