"Por ahora yo apoyo a todo el pueblo venezolano que está sufriendo", dijo el Pontífice.
El Papa Francisco dijo que teme que se produzca un baño de sangre en Venezuela, pero que es muy pronto para que él tome partido porque eso podría causar más daño.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, enfrenta un desafío sin precedentes a su autoridad luego de que el líder de la oposición, Juan Guaidó, juró como presidente encargado durante una manifestación popular.
Guaidó cuenta el apoyo de Washington y de varias naciones latinoamericanas y ofreció amnistía a los militares que lo respalden.
"Por ahora yo apoyo a todo el pueblo venezolano que está sufriendo", dijo el Pontífice a los periodistas en el avión que lo llevaba de regreso desde Panamá, donde llamó a buscar una solución justa y al respeto a los derechos humanos en Venezuela.
"Yo sufro por todo esto", afirmó.
"La violencia me aterroriza"
"¿A qué le tengo miedo? A un derramamiento de sangre", declaró Francisco. "El problema de la violencia me aterroriza. Después de todo el esfuerzo que ha hecho Colombia, lo que sucedió en la escuela de los cadetes de la policía es espantoso. Derramar sangre no resuelve nada", añadió.
El Papa hizo alusión al ataque con un carro bomba en una academia policial en la capital de Colombia que dejó 21 personas muertas, hecho que se atribuyó la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) como un acto de guerra legítimo.
Francisco respondió a un periodista mexicano que le dijo que los venezolanos "quieren saber de su Papa latinoamericano".
El domingo, Israel y Australia se sumaron a los países que respaldan a Guaidó. El gobierno de Donald Trump declaró que había aceptado a la figura de la oposición Carlos Alfredo Vecchio como representante diplomático de Venezuela en Estados Unidos.
El Papa dijo a los periodistas: "Si me pusiera a decir 'háganle caso a estos países o a esos otros', me pondría en un papel que no conozco. Sería una imprudencia pastoral por parte mía y haría daño".