La autoridad religiosa explicó, durante una misa, que muchos niños sienten miedo al verlo.
Los niños que sus padres acercan al papa, en las audiencias o en otras ocasiones, a veces lloran y gritan. Fue el propio Francisco quien lo contó durante su misa de Santa Marta.
"Algunos niños me ven y gritan, empiezan a llorar, porque al verme vestido de blanco les recuerda al doctor. Piensan en el doctor y en las enfermeras, que los pincharon para las vacunas, y dicen 'no, otra no'", argumentó el sumo pontífice, usando ese ejemplo como analogía de una sociedad "pesimista".
Unos años atrás, el papa explicó el llanto de los niños "es la mejor predicación", aludiendo a quienes se quejan de sus lloriqueos dentro de la iglesia y piden que sean sacados.
"Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es el reino de los cielos", citó desde la Biblia.
El Papa también aprovechó la misa para hablar sobre la necesidad de hallar consuelo usando como ejemplo la violenta situación actual en Libia.
"Pienso en los valientes trabajadores coptos sobre la playa de Libia, degollados, morían diciendo 'Jesús, Jesús': es un consuelo, adentro; una alegría también en el momento del martirio", concluyó.