Además afirmó que este sí puede ser un buen año, solo si "cuidamos a los otros".
"Este año, mientras esperamos una recuperación y nuevos tratamientos, no dejemos de lado el cuidado. Porque, además de la vacuna para el cuerpo se necesita la vacuna para el corazón, que es el cuidado". Así de fuerte y claro sacó la voz esta jornada el Papa Francisco.
El trasandino además hizo un importante anuncio para los escépticos que todavía creen que el 2020 se repetirá. "Será un buen año si cuidamos a los otros, como hace la Virgen con nosotros". Por ello ha instado "encontrar tiempo para alguien". Y ha manifestado: "El tiempo es una riqueza de la que somos celosos, porque queremos usarla sólo para nosotros. Pidamos la gracia de encontrar tiempo para Dios y para el que está solo y sufre".
En su homilía, ha reivindicado la figura de la Virgen María que fue "bendición" para quienes la encontraron: para Isabel, para los esposos de Caná y para los Apóstoles en el Cenáculo.
En este sentido ha invitado a los cristianos a imitarla: "El mundo está gravemente contaminado por el decir mal y por el pensar mal de los demás, de la sociedad, de sí mismos. Pero la maldición corrompe, hace que todo degenere, mientras que la bendición regenera, da fuerza para comenzar de nuevo. Pidamos a la Madre de Dios la gracia de ser para los demás portadores gozosos de la bendición de Dios, como ella lo es para nosotros".
De este modo, ha señalado que la Virgen María es "sólo el puente entre Dios y nosotros" y "el camino que Dios ha recorrido para llegar a nosotros y es la senda que debemos recorrer nosotros para llegar a Él".
En esta jornada solo cien personas han participado en la misa de este viernes 1 de enero celebrada en la basílica de San Pedro del Vaticano. Todas ellas, además de llevar mascarilla, han respetado las distancias de seguridad marcas por la emergencia sanitaria sentándose cada una en un banco de la basílica.