El drama del pastelero que se negó a hacer una torta para pareja gay

Esta semana, la Corte Suprema de los Estados Unidos falló a favor de Jack Phillips. Se trata un pastelero de Colorado que se rehusó a hacer un pastel de boda para una pareja homosexual.

El hombre, que es evangélico, argumentó que sus creencias religiosas no violaban las leyes contra la discriminación vigentes en dicho estado. Y en un fallo que no ha estado al margen de la polémica, le dieron la razón.

Conflicto

El enfrentamiento nació en 2012, cuando Charlie Craig y David Mullins se propusieron comenzar los preparativos para la recepción de su boda en Lakewood. La coordinadora del evento les recomendó contratar los servicios de Jack Phillips, reconocido a nivel local por sus creaciones pasteleras.

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Los demandantes: David Mullins y Charlie Craig,[/caption]

Sin embargo, el pastelero se rehusó a realizar el pastel al tomar conocimiento que se trataba de una pareja del mismo sexo, alegando que era un tipo de servicio que no prestaba. Phillips luego declararía que los matrimonios homosexuales son algo pecaminoso.

Su defensa

La pastelería de Phillips desde hace casi un cuarto de siglo se llama Masterpiece Cakeshop y está ubicada en Lakewwod, al oeste de la ciudad de Denver.

Además de la torta para la pareja gay, Phillips también se ha negado a crear productos para celebraciones de Halloween o divorcios. Siempre implacable en sus argumentos religiosos.

El pastelero sostuvo que su derecho a la libertad de expresión y religiosa había sido violado, argumentando que sus pasteles son una forma de arte y él puede decidir lo que vende.

Y aunque rechazó diseñar una torta específica para Mullins y Craig, asegura que les ofreció otros productos que estaban disponibles en su tienda.

"No puedo crear pasteles personalizados que expresen mensajes o celebren eventos en conflicto con mi fe", afirmó Phillips en el diario The Washington Post.

"La hostilidad del Gobierno hacia mis creencias se ha extendido a través de mis bolsillos y la comunidad que me rodea. Mi vida y la de mi familia han sido amenazadas repetidamente. El año pasado, un hombre juró que me dispararía en la cabeza, y otro amenazó con matarme con un machete, todo por negarse a crear un pastel de bodas. Las amenazas y el acoso han sido tan graves que mi esposa ha tenido demasiado miedo de poner un pie en nuestra tienda", contó.

Discrepancias

Sin embargo, la jueza Ruth Bader Ginsburg sostuvo que debía considerarse que el pastelero violó las leyes anti-discriminación de Colorado.

"Lo que importa es que Phillips no proporcionaría un bien o un servicio a una pareja del mismo sexo que le proporcionaría a una pareja heterosexual", enfatizó la magistrada.

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