Pelan que Bin Laden les aforraba a hijos

Pegarles a sus hijos era lo único que le faltaba a Osama bin Laden para consagrarse como un perverso universal.

Y al parecer lo cumplió. O al menos eso es lo que dice su primera esposa Najwa bin Laden, en un libro escrito junto a su cuarto hijo Omar. Según la cónyuge, el terrorista más buscado del planeta les pegaba a sus hijos, le gustaban los coches rápidos, cultivar girasoles y escuchar a la BBC. La mujer añade que a los péndex les aforraba cada vez que enseñaban demasiado los dientes al sonreír y que para que fueran como él, los mandaba a dormir en el desierto o escalar montañas sin ni una gota de agua.

Y mientras sus cabros chicos se la sufrían toda, el cerebro del atentado a las Torres Gemelas salía a correr en un Mercedes dorado, se jactaba de sus conocimientos aritméticos, cultivaba maíz y girasoles o pensaba cómo amargarles el pepino a los gringos.

¿Más detalles? Habrá que esperar que salga el libro en el Reino Unido.

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