Horas antes de triple homicidio, el adolescente de 17 años jugó PlayStation con el pequeño.
El pasado sábado 31 de agosto, la familia se reunió en la cena para festejar un nuevo cumpleaños de Fabio (51), el padre de un grupo conformado por su esposa y sus dos hijos, de 17 y 12 años, respectivamente.
Luego, cuando ya corría la madrugada del domingo 1 de septiembre, una llamada del adolescente alertó a la policía. “He matado a mi padre”, dijo, dando paso a una investigación que remece a la tranquila ciudad de Paderno Dugnano, en Italia.
Ya en el inmueble, la policía dio con tres cuerpos: el de Fabio, el de su esposa Daniela (49) y el del hijo menor. Todos asesinados con arma blanca.
La confesión del sobreviviente
En primera instancia, el hijo mayor afirmó que se vio obligado a asesinar a su padre, quien atacó a su mamá y hermanito.
De acuerdo a Il Messaggero, el joven de 17 años describió la siguiente escena: luego de entrar a la habitación de su hermano de 12 años, en el segundo piso la casa, vio a su padre sentado en una silla portando un cuchillo. Al lado, los cuerpos del pequeño en su cama y la madre en el suelo. Fue ahí donde decidió tomar el arma y matarlo.
Sin embargo, no tardaría en contar la verdad. Ya en el interrogatorio policial, el imputado reconoció que fue el único responsable de las muertes.
La confesión
A sólo 12 horas del triple homicidio, el joven entregó un testimonio que, ya el día lunes, se hizo público.
Fuentes del caso afirmaron que se trató de un interrogatorio largo y complicado, que se interrumpió en varias ocasiones por el llanto del asesino.
Entre otras revelaciones, se pudo corroborar que el adolescente sacó el cuchillo de la cocina en plena madrugada, cuando todos dormían. Luego, procedió a matar a su hermano (con quien había jugado PlayStation horas antes) y finalmente a sus padres.
¿Por qué lo hizo? “No hay un verdadero motivo por el que los maté”, declaró el joven.
Eso sí, juró que sentía un “cuerpo extraño” dentro de la familia, que le “oprimía” y pensó que con la muerte de todos se habría “liberado de esta molestia”. Sin embargo, “me di cuenta un minuto después de que matándolos no me liberaría”, sostuvo, en declaraciones recogidas por Efe.
“Pensé que matándolos podría vivir solo. Un acto de emancipación de la familia. Así que pensé que sería libre. La noche anterior ya tenía intención de hacerlo, pero no estaba convencido”, sentenció.
Por lo pronto, el criminal se mantendrá en prisión mientras se desarrolla la investigación.