"Las palabras no pueden expresar la gratitud que siento", expresó este superviviente que se las arregló para enviar señales de humo y mantener la calma en una situación límite.
Un piloto sobrevivió de forma milagrosa tras estrellarse con su avión en un bosque del desierto de Quebec (Canadá). El incidente, que suele acabar en tragedia para la mayoría, es un verdadero documento de supervivencia.
Y es que el hombre decidió registrar todo lo que ocurrió con cámara hasta que las tropas de la Fuerza Aérea acudieron en su rescate.
Se trata de Matt Lehtinen, un piloto estadounidense que y presidente de la empresa minera Tacora Resources. Todo comenzó mientras volaba sobre la ciudad de Quebec cuando notó que la presión y las temperaturas del petróleo habían bajado.
Pronto, el motor del avión dejó de funcionar.
"Mi motor se apagó, era un sonido fuerte, feo y desagradable", contó este suertudo al medio CTVNews. "Nunca lo olvidaré. Parecía que el motor intentaba romperse en pedazos ".
Afortunadamente, pudo desplegar el paracaídas y manipular como pudo el avión antes de que este se estrellara. Un árbol atravesó la nave, algo que pudo ser dramático y haber acabado con su vida.
"Sentí que el árbol subía por el fondo del avión", dijo. "Me raspó la pierna y me rasgó los pantalones cortos. Solo unos pocos centímetros más y probablemente habría sido una lesión fatal".
Agradecido
Una vez a salvo en el suelo, Lehtinen pudo pedir ayuda con una unidad GPS y hacer una señal de fuego. En el video se observa cómo se las arregla para crear una fogata.
"Posiblemente habría estado allí durante muchos días y no tenía los suministros para sobrevivir durante muchos días. Una vez que comencé a enviar señales de humo, recibí un mensaje de que habían detectado la señal. Sabían exactamente dónde estaba", relató.
Se envió un equipo de rescate de la Real Fuerza Aérea Canadiense para recuperar al piloto derribado, quien dijo que sintió una enorme sensación de alivio cuando los vio llegar.
Lehtinen agradece la eficacia del paracaídas y el GPS del avión, indispensables en su supervivencia. También espera que otros aprendan una valiosa lección de lo que vivió.
"Las palabras no pueden expresar la gratitud que siento", expresó.