Durante su campaña para llegar a la Casa Blanca el demócrata Barack Obama realizó innumerables promesas a sus electores, pero hay una que les hizo a sus propias hijas en el discurso tras vencer en las urnas y que hoy por hoy acapara el interés de muchos estadounidenses.
En medio de su emocionada alocución ante sus partidarios, el electo presidente les aseguró a Sasha y Malia que junto a ellos se mudará a Washington un cachorrito.
Y si bien en teoría parece fácil elegir una mascota, cuando los ojos de todo un país, por no decir del mundo entero, están pendientes de la decisión, cambia la cosa.
UN TEMA NACIÓN
Ni la crisis financiera ni el traspaso de mando concitan en estos días tanta atención entre los gringos como la pregunta de qué perrito irá a elegir Barack Obama.
De hecho, el prestigioso diario The New York Times precisó al respecto que "después de todo, debe saber que cuanto haga será visto desde una óptica política".
Por ello, puede decirse que la elección de la mascota que la familia Obama se ha transformado en un tema de Estado.
A la fecha existen tres posiciones mayoritarias entre los gringos.
Por una parte están quienes promueven que sea un perrito de raza, dada la condición de próximo mandatario del país más poderoso del mundo.
También hacen sentir su voz aquellos que consideran que, puesto que Obama es un mulato, hijo de un hombre de color y una mujer blanca, lo óptimo sería que eligiera a un cachupín mezcla de razas.
Pero tanta fuerza como las ideas anteriores está tomando la proposición para que, como una forma de dar el ejemplo al resto de sus compatriotas, el Presidente electo se incline por un coludo proveniente de algún centro de acogida para perritos abandonados.
Otra curiosidad es la alta participación de internautas en diversos foros que le buscan un nombre a la futura mascota presidencial.
De hecho, un británico con alma de humorista le aconsejó a Obama: "Ponle un poco de lápiz labial y bautízalo con el nombre de Sarah", en clara alusión a Sarah Palin.
UN EX ASESOR DE CLINTON SERÁ EL JEFE DE GABINETE
Rahm Emanuel, un ex asesor de Bill Clinton, aceptó ayer el ofrecimiento que le hizo en la víspera Barack Obama para que se transforme en su jefe de Gabinete y, de esta forma, coordine los pasos a dar durante la transición entre la actual administración y su sucesora.
De 48 años, Emanuel es considerado un gran conocedor del funcionamiento del Congreso.
En los próximos días se irán conociendo otros nombramientos, pero ya "suenan" algunos nombres y se espera más de una sorpresa.
Entre éstas estaría el nombramiento en alguna cartera al ex secretario de Estado de George Bush, Colin Powell, e incluso se especula que el actual titular de Defensa, Robert Gates, permanecería en su cargo.