Así como en la casa del herrero se corta con cuchillo de palito, la polola del piloto  de la Fórmula 1 de la escudería McLaren, el británico Lewis Hamilton, afirmó que su mino es un orate al volante y que no se subiría ni por todos los billetes de mundo a dar una vuelta al mirador con él.

Según la exquisita cantante de las Pussycat Dolls, Nicole Scherzinger, Hamilton es igual a un Transformer con su Mercedes SLK último modelo.

Arriba de su bólido se hace uno, maneja como condenado y cuando llega a un semáforo juega como que lo llaman por radio.

Lo peor de la historia es que la bella Nicole ha pensado varias veces en no montar nunca más con el morenito, sobre cuatro ruedas, claro está.

"Me da pánico cuando conduce. Es súper loco y se vuelve como si fuera uno con el auto", afirmó la mijita rica.

Pero no crea que la polola le pone color. El grone es conocido amante de la velocidad, tanto dentro como fuera de los Grandes Premios automovilísticos.

Para que se haga una idea, cada vez que Lewis Hamilton pisa el acelerador, le ponen una multa.

UN BÓLIDO

Según varios mecánicos, la piola del acelerador debe ser súper cortita, porque lo han pillado hasta sobre los 200 kilómetros por hora en zonas donde no se permite más de 120.

El parte más jodido le llegó en la autopista de Laon A26, al norte de Francia. De acuerdo al sapeo de un paquelli, Hamilton alcanzó allí los 196 Km/h.

Como los franchutes son jodidos, sobre todo cuando se trata de un inglés, le chantaron una multa de 600 euros y le suspendieron el carné por un mes.

Y el gustito por la velocidad no es sólo sobre el cemento. El mes pasado sufrió un choque ultra tonto. Mientras manejaba en una carrera de yates, el fan de Fittipaldi se olvidó de frenar y enterró todo el mástil en la eslora de un botecito. Es que el que nace chicharra, muere cantando.