"Pensé que estaba bien hacer porno porque nadie lo descubriría": las confesiones de Mia Khalifa

Hoy influencer, a sus 21 años se convirtió en la actriz porno número del mundo, grabó una escena luciendo un hiyab e incluso la amenazaron. Hoy se arrepiente pero asume la responsabilidad.

Aunque su duración en ese mundo fue breve, apenas por algunos meses al cierre del 2014, el nombre de Mia Khalifa está emparentado estrechamente con los videos de contenido sexual.

Basta con buscar su nombre en Google. A pesar de que en Instagram tiene más de 16 millones de seguidores y que ha seguido otras carreras, ahí están: siguen apareciendo en distintos portales sus videos.

Acaso el más famoso, uno donde luce un hiyab islámico, ese pañuelo que visten algunas mujeres musulmanas en su cabeza, y que le valió incluso amenazas desde un sector del Estado Islámico.

Esta situación, sin embargo, no le hace nada de gracia a esta mujer de 28 años nacida en Beirut.

Por ejemplo, en una reciente entrevista con la BBC, admitió que "mi cuenta de Instagram fue hackeada por simpatizantes de EI, que publicaron propaganda por todas partes (...); no me hice una cuenta nueva hasta un año después, cuando decidí aceptar mi destino como la infame exestrella porno e intentar cambiar la narrativa".

El mundo de la pornografía

La historia de cómo Mia Khalifa ingresó al mundillo de los videos para adultos, en sus palabras, comenzó cuando un tipo se le acercó y le comentó algo:

"Fue más un 'Eres hermosa, ¿te gustaría modelar un poco? Sabes, tienes un gran cuerpo y creo que serías genial para modelar'. Cosas así".

"Y después de que llegué al estudio, era un lugar muy respetable, un lugar magnífico en Miami, en Doral, Florida. Estaba limpio. Todos los que trabajaban allí eran amables. Todos sus cubículos estaban decorados con fotos familiares. Como si no fuera nada dudoso o algo que me hiciera sentir incómoda", añadió.

Consultada por cómo se siente ahora mirando hacia atrás, cuando empezó en la industria con 21 años, sinceró que "realmente no me veo como una víctima. No me gusta esa palabra. Tomé mis propias decisiones, a pesar de que fueron decisiones terribles. Creo que algo debe cambiar en la forma en que se aborda a las mujeres, incluso si sólo se les acercan".

Durante la conversación, Khalifa también reconoció que su familia, que en principio no sabía de qué se trataba su trabajo, la repudió cuando se enteraron.

"Me sentí completamente alienada, no solo por el mundo, sino también por mi familia y las personas que me rodeaban. Especialmente después de dejarlo, cuando aún estaba sola. Y quiero decir que me di cuenta de que algunos errores son imperdonables. Pero el tiempo cura todas las heridas y las cosas están mejorando ahora", señaló.

Fue entonces cuando explicó por qué lo hizo: "La razón por la que pensé que estaba bien que hiciera porno era porque pensé que nadie lo descubriría. Hay millones de chicas que se graban a sí mismas teniendo sexo y hacen cosas así, y nadie sabe sus nombres. Nadie sabe quiénes son. Nadie las reconoce así. Quería hacerlo como mi pequeño y sucio secreto, pero me explotó en la cara".

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