No mostró ni una pechuga, y mucho menos algo más "duro", pero eso no impidió que la última edición de la famosa revista Playboy en Francia causara un tremendo escándalo.
Es que en la portada de la edición de octubre trajo nada menos que a la modelo británica Lily Cole, de esplendorosas 20 primaveras, vistiendo sólo unas medias blancas, usando unos chapes que la hacen lucir como una adolescente, y que tapó su humanidad con un tierno osito de peluche.
Los piteos no sólo provinieron de grupos conservadores cristianos, que consideraron "denigrante" la imagen, sino también de parte de sectores más progresistas, que consideraron que la imagen sería para promover la pedofilia y el abuso infantil.
Los cuestionamientos, no obstante, fueron descartados por el director de Playboy en Francia, Alex Aikiu, quien no sólo justificó la portada de la revista, sino que juró que la entrevista a la modeloca es "muy íntima y muy sicológica"
"Para nosotros Pamela Anderson no es Playboy. No importa cuán grandes son sus senos, sino lo que está en el interior de la mujer", agregó. Saaaaa.
Lily Cole es el rostro de Marks & Spencer, la mayor cadena de tiendas british y, según aseveró la misma empresa, "es elección de ella qué otros trabajos acepta. Nosotros no deseamos interferir en su carrera".